VII

No hay nada mas bonito que la complicidad, que solo necesites una mirada para entender y un segundo para reir, y es por eso que te quiero aqui, a mi lado, por que todavia nos quedan muchas miradas seguidas de carcajadas.

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Nunca me he esforzado en buscarte, jamás. Pero un día cualquiera, así sin más, te cruzaste en mi camino, y la verdad parece que no tienes intención alguna en marcharte por ahora, y para ser sincera, me encanta la idea de que te quedes indefinidamente.

En mi estantería, una camelia casi marchita, un CD y unos cuantos sentimientos y emociones.

La suerte hoy duerme contigo y mañana estará en la cama de otro, y pasado en la de otro más y así hasta que este de vuelta a la tuya, si es que vuelve, pero nosotros aquí seguimos detrás de la puerta y mirando por la mirilla para ver si aparece, día tras día, por que lo único que realmente deseamos es que la suerte vuelva a llamar a la puerta y que toda esta basura, de una vez por todas, salga de aquí dentro.

Mi amor:

Hace tiempo que no te escribo. Las cosas por aquí no han cambiado nada, sigo descubriendo cosas nuevas y hay cosas que se mantienen en su sitio. Me sigo pisando los cordones por pensarte y la nieve me sigue llegando a las rodillas. Todavía no me acostumbro a no recorrer de tu mano la orilla del río, o a no sentarme a tu lado en el sitio mas céntrico de toda la ciudad. 

Ahora ya he vuelto a mi sitio, a donde yo pertenezco, pero mucho antes tu volviste a tu lugar y yo me quede allí  siempre pensando en el momento en el que volvamos a esa ciudad, cada uno por su lado y se nos vengan a la cabeza los recuerdos de golpe. ¿Que vamos a hacer entonces?

Recuerdo aquella primera vez que te vi a lo lejos, la recuerdo cada vez que te veo de nuevo por que sigo sintiendo exactamente lo mismo.

Ya ha pasado mucho tiempo, quizá demasiados meses, pero en nosotros todo sigue igual. Siempre las mismas conversaciones, siempre las mismas miradas, siempre los mismos besos.

Dicen quienes nos conocen que esto es de verdad, de lo que ya no se ve muy a menudo, y no lo dudo por que cada día nosotros los hacemos real, noche tras noche, beso tras beso.

(Lo que nadie entendera jamas, es por que a pesar de la distancia durante un tiempo, al vernos de nuevo todo fue como la primera.)

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Exista una conexión tiempo-distancia, y quien diga lo contrario es que no ha experimentado la distancia o el tiempo en su estado puro jamás. 

(Lo que si que es cierto es que el tiempo o la distancia nunca jamás conseguirán atacar al olvido).

Que en la vida todo cambia, eso ya lo sabemos todos.

Nos rodeamos de pequeñas luces, con el afán de encontrar una pista, una guía, o algo que nos sirva para guiarnos en el camino.
Los caminos se tuercen, existen callejones cerrados, y calles en las que jamas deberíamos haber entrado, pero aveces la gente se convierte en una de esas calles y aparecen siempre para tocarnos bastante la moral.

(Pero lo peor es cuando los callejones son lo que antes era una calle llena de luz y colores. Por que duele mas sentir el vacío de lo que antes estaba contigo que cuando el hueco esta demasiado lleno.)

Cuando vuelves a casa y ves a los de siempre, es cuando decidimos los pasos que deseamos tomar en el futuro.

Yo he decidido tomar el paso de disfrutar de vuestras maravillosas sonrisas, de no perder las buenas costumbres y por que no las malas. Contarnos los secretos como si nunca hubiésemos dejado de vernos o de escucharnos.

Siempre seréis los de siempre amigos.

"Nos queda lo vivido".

ESTAREMOS EN TODO EL MUNDO.

mi amor, te echare de menos, mas de lo que te echo por la semana cuando estas en la capital, hacía mucho que no aparecías por aquí y ya va siendo hora por que si, por que te quiero.

Ti sempre tan fermosa, nosa querida Galiza.