Luces pálidas y caras largas era lo único que se veía al pasear por la oscura ciudad de los sueños muertos. En la cual nos encontrábamos los dos, el por alguna extraña razón y yo por los sueños que el mato, de un golpe seco. Caminábamos juntos pero a la vez separados yo absorta en mis recuerdos y el intentando encontrar respuestas. Cuando me gire vi sus ojos y en ese preciso instante me di cuenta de que yo no saldría de aquella maldita ciudad y sin duda, algún día el me dejaría sola, con la única compañía de los recuerdos de mis sueños muertos.
siempre me gustó esta foto :)
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